Vamos a dedicar algunas entradas a hablar sobre determinados ingredientes que no están permitidos en cosmética natural y ecológica certificada. Intentaremos explicar cómo identificarlos al leer una lista de ingredientes en cualquier producto cosmético y cuál es la razón o las razones por las que principalmente no se permiten.
En esta ocasión vamos a dedicar este artículo a los ingredientes etoxilados. Los ingredientes etoxilados se denominan así porque para su producción se ha empleado un proceso químico denominado etoxilación. La etoxilación es un proceso en el cual se añade óxido de etileno a diferentes sustancias químicas (ácidos grasos, alcoholes, aminas, fenoles) con el objetivo de hacerlos más solubles en agua. Los productos que se generan se utilizan como tensoactivos (o tensioactivos).
Los tensoactivos son sustancias que influyen en la superficie de contacto entre dos fases, -por ejemplo, dos líquidos insolubles entre sí como un aceite y el agua- a través de la disminución de la tensión superficial. Las moléculas de tensoactivos tienen una parte afín al agua, o hidrófila, y otra parte no afín, o hidrófoba. Este hecho hace que las moléculas de tensoactivos, en determinadas circunstancias, se agreguen formando micelas, con la parte hidrófila hacia fuera, en contacto con el agua. Este comportamiento hace que los tensoactivos puedan tener actividad emulgente (o emulsionante) y detergente. En el caso de los detergentes la formación de esas micelas es la responsable del arrastre de la suciedad, ya que la grasa o aceites –de carácter hidrófobo-, quedan atrapadas en el interior de las micelas.
Los tensoactivos generados por etoxilación pueden ser de diferentes tipos, aunque los más frecuentemente utilizados en la industria cosmética son los no iónicos y los aniónicos. El grado de etoxilación, determinado por el número que aparece muchas veces en la denominación del tensoactivo etoxilado (por ejemplo Laureth 4) determina diferentes factores como el grado de irritación (disminuye al aumentar el grado de etoxilación) y la capacidad espumante.
Un tensoactivo etoxilado muy conocido y ampliamente utilizado en la industria cosmética en productos de lavado como geles y champúes es el Sodium Lauril Eter Sulfato o Sodium Laureth sulfato (SLES). En esta última denominación la terminación “eth” es una contracción o abreviatura de “ethoxylated”. Gracias al proceso de etoxilación se consigue que este ingrediente sea mucho menos irritante para la piel que su “primo”, el Sodium Lauryl Sulfato (SLS), el cual es producido de la misma manera que aquel, pero sin sufrir el proceso de etoxilación.
Y hasta aquí, os diréis y os preguntaréis: “¡Pues vaya, los ingredientes etoxilados son una maravilla! ¡Son menos irritantes y tienen gran capacidad espumante como detergentes! Así, que, ¿por qué no se beneficia la cosmética natural de ellos?”
Pues bien, independientemente del origen natural de los ingredientes -determinante en la cosmética natural certificada como ya hemos explicado en otras entradas- el hecho de utilizar un proceso químico de etoxilación tiene varios -y no nimios- inconvenientes, tanto ambientales como para la salud.
En primer lugar, el componente principal que se utiliza en el proceso de etoxilación, el óxido de etileno (Ethylene oxide), está calificado como tóxico por inhalación, mutagénico, carcinógeno, extremadamente inflamable, irritante ocular grave e irritante para la piel según la información disponible en la Agencia Europea de Químicos (ECHA European Chemicals Agency). Ver imagen.
Según la Agencia para Sustancias Tóxicas y el Registro de Enfermedades (Agency for Toxic Substances and Disease Registry https://www.atsdr.cdc.gov/es/phs/es_phs137.html ) “En los estudios a gran escala sobre los trabajadores expuestos al óxido de etileno en las plantas que producen esta sustancia o en las salas de esterilización de equipos de los hospitales –otro de sus usos es la esterilización de materiales-, se ha observado un aumento del índice de casos de leucemia, cáncer de estómago, cáncer de páncreas y de la enfermedad de Hodgkin. También se ha demostrado que el óxido de etileno causa cáncer en los animales de laboratorio. En estos animales se han detectado leucemia, tumores en el cerebro, en los pulmones y en las glándulas lagrimales.” Además, según el Registro Estatal de Emisiones y Fuentes Contaminantes del Ministerio de Agricultura y Pesca, Alimentación y Medio Ambiente de España (http://www.prtr-es.es/Oxido-de-etileno,15653,11,2007.html) aunque no se acumula en la cadena alimentaria, el óxido de etileno es nocivo para los organismos acuáticos.
Por tanto la utilización de óxido de etileno para la producción de ingredientes cosméticos no se puede calificar ni mucho menos como de un proceso inocuo y saludable, ni para la salud ni para el medio ambiente. Y esta es una de las razones por las que el proceso químico de etoxilación y los ingredientes etoxilados no están permitidos en cosmética natural y ecológica certificada.
En segundo lugar, como consecuencia del proceso de etoxilación, en el producto etoxilado generado pueden aparecer una serie de impurezas en forma de trazas, tanto de óxido de etileno, del cual ya hemos hablado, como de otras sustancias, como por ejemplo 1,4 dioxano.
En la Unión Europea tanto el óxido de etileno como el 1,4- dioxano son ingredientes prohibidos según el reglamento (EC) No 1223/2009 (Anexo II), sin embargo, su aparición en forma de impurezas en el producto final se permite siempre que se justifique que su presencia es técnicamente inevitable y se mantenga dentro de los límites marcados o recomendados por los organismos pertinentes.
1,4 dioxano es una sustancia de las denominadas CMR (sustancia carcinógena, mutágena o tóxica para la reproducción) que está catalogada como carcinógena en la Unión Europea (carc. 2 – H351). (Ver https://echa.europa.eu/es/substance-information/-/substanceinfo/100.004.239).
Los niveles de impurezas de 1,4-dioxano en los cosméticos se han reducido en las últimas décadas gracias a la mejora en los procesos técnicos y a la aplicación de Buenas Prácticas de Fabricación. En estudios realizados por la FDA (U.S Food and Drugs Administration https://www.fda.gov/Cosmetics/ProductsIngredients/PotentialContaminants/ucm101566.htm) en los años 80, los niveles medios de esta sustancia eran de 50 ppm –partes por millón-, con una variación de 2-279 ppm. En 1997 los niveles medios, sin embargo se habían reducido hasta los 19 ppm (con una variación de 6-34 ppm). Según los datos de los últimos estudios realizados y recogidos por FDA, SCCS (Scientific Committee on Consumer Safety, European Commission Health & Food Safety Directorate) (1), Campaign for Safe Cosmetics (Ver nota al final) (2) e ICCR (International Cooperation on Cosmetic Regulation) (3), el 60% de los productos analizados tenían niveles entre 0 y 1 ppm, el 19% entre 1 y 5 ppm; el 8% entre 5 y 10 ppm; el 6% entre 10 y 25 ppm y sólo el 1% presentaba un nivel superior a 25 ppm, con un máximo de 35 ppm.
Los niveles de 1,4 dioxano como impureza, considerados seguros por el SCCS en el producto final son de <10 ppm. Este nivel se considera seguro teniendo en cuenta otras posibles fuentes de 1,4 dioxano: productos farmacéuticos, detergentes y limpiadores del hogar, productos agrícolas y veterinarios, etc.
Pese a que los datos en la reducción de los niveles de 1,4 dioxano en los productos cosméticos resulta esperanzador, su simple detección en productos cosméticos aunque sea por debajo de los niveles recomendados no deja de ser inquietante, especialmente cuando es sólo una fuente más de exposición a un agente carcinógeno. Por tanto y desde mi punto de vista tal como recomienda Campaign for Safe Cosmetics, la mejor opción para evitar exponerse a una fuente más de potencial riesgo es evitar, entre otros, los ingredientes etoxilados. Como he oído decir muchas veces a mi madre, a quien desde aquí hago un guiño puesto que sé que me lee ;-): “Evita la ocasión y evitarás el peligro”. Porque al final, la decisión última es la del consumidor informado que, más allá de confiar en el buen hacer de las autoridades y en el de los fabricantes, establece su propio criterio, el de velar por consumir productos lo más saludables posibles.
Ejemplos de ingredientes etoxilados que pueden aparecer en el listado de ingredientes de un producto cosmético son:
PEG, PPG y nombres compuestos con ellos;
Denominaciones terminadas en “eth”: Ceteareth, Laureth, etc.;
Polysorbate y nombres compuestos.
A continuación mostramos algunos listados de ingredientes de productos con ejemplos subrayados de ingredientes etoxilados. Algunos de ellos corresponden a productos pseudonaturales.
La responsabilidad del cuidado de tu salud es en última instancia tuya, y la aplicas en cada decisión de compra. Eligiendo cosmética natural y ecológica certificada estas evitando ingredientes etoxilados. Ilurbeda es cosmética natural y ecológica certificada y, por supuesto, ninguno de los emulsionantes ni de cualquier otro ingrediente utilizado es ni etoxilado ni dañino para la salud.
[1] ICCR report: “Considerations on Acceptable Trace Level of 1,4-Dioxane in Cosmetic Products,” available on U.S. FDA, “1,4-Dioxane in Cosmetics: A Manufacturing Byproduct” [2]Campaign for Safe Cosmetics, March 2009, Report titled «No More Toxic Tub» available at http://www.safecosmetics.org/wp-content/uploads/2016/12/NoMoreToxicTub_Report_Mar09.pdf[3] Scientific Opinion on The Report of the ICCR Working Group: Considerations on Acceptable Trace Level of 1,4-Dioxane in Cosmetic Products,” 15 December 2015, SCCS/1570/15
Nota: Campaign for Safe Cosmetics es un proyecto de Breast Cancer Prevention Partners y se trata de una coalición estadounidense de organizaciones sin ánimo de lucro (organizaciones de mujeres, ambientales, de salud, de comercio justo, de consumidores y de trabajadores) cuyo objetivo principal es proteger la salud de consumidores y trabajadores. Para ello educa a los usuarios sobre los ingredientes cosméticos con riesgo y exige a la industria cosmética la eliminación gradual de químicos carcinógenos, mutagénicos o ligados a otros problemas de salud reemplazándolos por otras alternativas más seguras.